Una ventana a la naturaleza a través de las oficinas
El diseño de las oficinas no contempla únicamente todo aquello que se encuentra en el interior del edificio, sino también tiene presente todo lo que le rodea, porque este forma parte de la experiencia que los usuarios de un inmueble vivirán todos los días y que modulará su estado de ánimo e incluso sus niveles de concentración y creatividad.
Cada edificio, en el momento de su conceptualización, tiene en cuenta el sitio donde se ubicará para integrarse al máximo en su entorno y en la idiosincrasia propia de la zona en la que posteriormente se construirá.
En el caso de Colonial, son muchos los edificios que han buscado adaptarse al medio que los rodea y que se han planteado teniendo como objetivo el hecho de dejar que el entorno penetrara en su interior y así acercar a los usuarios a la naturaleza.
Trabajar con vistas a la playa
En el caso de Torre Marenostrum, su posición única frente a la costa de Barcelona es un escaparate privilegiado para ver el mar desde las oficinas.
Con unas grandes vidrieras que dejan entrar luz natural a todas las horas del día, este espectacular edificio que simula el momento en el que rompen las olas del mar contra las rocas, no solo forma parte del skyline de la costa barcelonesa, sino que además permite a las personas que habitan estas oficinas tener vistas 360º de la ciudad, teniendo una fotografía espectacular de la playa y del mar, pero también de todos los barrios y monumentos relevantes, como la Sagrada Familia.
Integrarse en la naturaleza y proteger la fauna autóctona
Las oficinas Sant Cugat Nord, situadas en el norte del área metropolitana de Barcelona, son otro referente de integración con el ambiente y que además apuestan por proteger la fauna y flora local. En ellas destaca la Reserva de Mariposas, que proporciona alimento y un hábitat sostenible a las 25 diferentes especies que se encuentran en esta zona.
Pero su apuesta va más allá: alrededor del edificio han sido repartidos diferentes sistemas y elementos que consiguen crear un refugio natural perfecto. Por ejemplo, en la fachada exterior se encuentra un muro verde de 20m² con especies clave para los hábitats circundantes. Además, su conexión con la naturaleza pasa también por elementos móviles que se encuentran en su interior: 40 maceteros con plantas purificadoras que mejoran la calidad del aire que respiramos.
Aunque no siempre la ubicación de un edificio permite que este pueda verse rodeado de un extenso entorno natural, son muchas las formas en las que podemos acercarlo al día a día las oficinas. Por ejemplo, a través de las cubiertas verdes, la construcción en base a materias primas naturales e incluso la creación de espacios, como las terrazas, que permitan a las personas estar expuestos al exterior.