Tucumán: Un edificio de oficinas de vanguardia
Las sociedades evolucionan. Sus circunstancias. Sus necesidades. Sus valores. Todo ello se encuentra en permanente cambio y, en ocasiones, se requieren soluciones adaptativas radicales para no quedarse atrás. Esa es precisamente la premisa que late bajo Tucumán, un edificio de espacios de trabajo totalmente independiente que, si bien nació en el año 2006, fue recientemente rehabilitado para ajustarse a las nuevas circunstancias, necesidades y valores de este contexto social en general y de las empresas contemporáneas en concreto. Un inmueble único y singular con una serie de características imprescindibles en este punto del siglo XXI.
Versatilidad funcional
La oficina de una gran empresa requiere de dos ingredientes fundamentales en lo que respecta al espacio: amplitud y flexibilidad en la configuración del mismo. En ese sentido, Tucumán cuenta con cinco plantas de oficinas de aproximadamente 1.000 metros cuadrados cada una, así como una gran superficie comercial de 1.241 metros cuadrados, todas ellas espacios abiertos con elementos modulares que permiten a sus ocupantes reajustarlas según las necesidades de cada momento. Esta versatilidad física inspira la versatilidad funcional y cultural, el factor clave en la supervivencia, la competitividad y el éxito de las compañías en el presente.
Diseño human centric
Uno de los principales valores añadidos de los edificios Colonial, y Tucumán no es ninguna excepción, es que sus diseños están orientados a la satisfacción emocional y al bienestar general de las personas. En este caso concreto, dicho ánimo human centric puede localizarse en la gran visibilidad que proporciona su estatus de edificio exento y que consigue que los trabajadores se sientan conectados con el mundo y disfruten de una enorme cantidad de luz natural. También en sus amplias terrazas con visibilidad 360º de la ciudad de Madrid, la presencia de una significativa área colaborativa verde y la accesibilidad universal de la que dispone.
Responsabilidad ambiental
El bienestar de las personas importa, pero también el de este planeta que todos compartimos: los edificios actuales no pueden permitirse el lujo de desperdiciar recursos energéticos y contaminar más de lo necesario. Ni en su fase de rehabilitación ni en su fase operativa. Y Tucumán está a la altura del desafío. En concreto, cuenta con la etiqueta A de eficiencia energética, tiene una huella de carbono controlada gracias al uso de materiales reciclados, utiliza fuentes luminarias LED para reducir el consumo de energía y posee sistemas de climatización smarts y sistemas de consumo controlado destinados a minimizar la explotación de los recursos.
Transporte alternativo
La apuesta de Colonial por situar a las personas en el centro de las prioridades de diseño y cuidar al mismo tiempo del planeta pasa, en cierta medida, por construir o adquirir edificios que ofrezcan facilidades para el aprovechamiento de los transportes alternativos. Así, Tucumán está preparado para el transporte convencional, con hasta 170 plazas de aparcamiento, pero también para otras formas de movilidad como son las bicicletas y los patinetes: la parte inferior del edificio dispone de parking para ambos. Además, el parking de automóviles está dotado de estaciones de carga para los vehículos eléctricos. Una clara declaración de valores.
Elegancia clásica
Tucumán es un edificio de oficinas moderno que cumple con todos los requisitos que la ciudadanía y los trabajadores esperan de las empresas: conciencia laboral, conciencia medioambiental, apuesta tecnológica y una flexibilidad que invita a la interacción y la creatividad conjunta. Sin embargo, y aún con todos estos componentes tan coloridos, continúa siendo un edificio de oficinas elegante que inspira seriedad y profesionalidad. Es su esencia más elemental: combinar lo mejor de la oficina clásica con lo mejor de los espacios contemporáneos de trabajo, ecológicos y humanamente empáticos. ¿El resultado? Una oportunidad singular para tu compañía.