La contaminación acústica y su efecto sobre la salud
El ruido, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el segundo mayor problema medioambiental en Europa, después de la contaminación del aire por partículas.
Pero no todo ruido puede considerarse contaminación sonora. De hecho, este última se produce cuando el sonido es superior a 65 decibelios (dB).
¿Cómo afecta el exceso de ruido a la salud?
Aunque la sociedad moderna está acostumbrada a convivir con el ruido, este es un problema que además de causar distracción, dificultar la comunicación e interferir en la actividad que estamos desarrollando, tiene consecuencias negativas sobre nuestra salud:
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aumenta la sensación de estrés y de fatiga
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produce alteraciones en el sueño
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causa dolor de cabeza
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dificulta el aprendizaje al disminuir la capacidad de atención, etc.
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aumenta la presión arterial, el ritmo cardiaco
¿De dónde proviene el ruido?
Es cierto que las ciudades son el epicentro de la contaminación acústica, pero no debemos de olvidar que el ruido no solo nos llega desde el exterior (tráfico aéreo, obras públicas, coches, etc.) sino que también hay una parte de ruido que procede del interior de los edificios.
Por ejemplo, en el caso de las oficinas, este puede ser causado por impresoras, teclados, ordenadores, móviles, etc.
Medidas contra la contaminación acústica
Para hacer frente a este problema que es clave de cara a mejorar el bienestar de los usuarios, en Colonial dotamos todos nuestros edificios de las últimas innovaciones tecnológicas y de materiales que aíslan el exceso de ruido.
Un ejemplo emblemático es Wittywood, edificio construido utilizando como único elemento estructural la madera, material que es un óptimo aislante acústico.
Al ser un material poroso, la madera absorbe buena parte de las vibraciones del sonido que se quedan atrapadas en sus cavidades. Su capacidad de absorber los ruidos no solo afecta al nivel acústico de una sala, también puede afectar positivamente al bienestar de los usuarios, porque crea un ambiente que fomenta la concentración y la creatividad.
Destacamos también otro de nuestros activos, Miguel Ángel 23 que cuenta con una fachada hecha con lamas de madera y con triple vidrio de cámara simétrica. Además, sus instalaciones de baja presión sonora garantizan confort acústico.
En los espacios interiores de Miguel Ángel 23, el sistema de climatización es mediante viga fría, carece de motor y, por lo tanto, el ruido que se genera es mínimo. Mientras que, en el exterior, los equipos están encapsulados y totalmente cerrados mediante pantallas acústicas que evitan la transmisión de ruidos.
Otro ejemplo es 86d Velázquez que tiene una fachada de vidrio doble de cámara asimétrica y cuenta con instalaciones con equipos de bajo nivel sonoro.
Sabemos que el exceso de ruido influye directamente en el rendimiento de los trabajadores, por eso configuramos los espacios de nuestras oficinas de modo que el ruido no pueda traspasarse de una sala a otra y los dotamos de materiales, mobiliario, etc. que crean condiciones de confort en la oficina.
La importancia de la ubicación y la movilidad sostenible
El tráfico es la mayor fuente de ruido ambiental a la que están expuestos los habitantes de las grandes ciudades. En Colonial, nuestros activos disponen de una ubicación céntrica y están conectados con el transporte público, facilitando así que no sea necesario el uso del vehículo particular. Además, están dotados de parking para bici y patinetes.
Aunque estamos acostumbrados a generar ruido y a convivir con todo tipo de sonido, es importante tomar conciencia del impacto que tiene en nuestras vidas y adoptar medidas que ayuden a reducirlo.