Cool Working: espacios de trabajo de alto rendimiento
A la hora de concebir un espacio de trabajo se debe poner el foco en las personas que lo utilizarán. La mayoría de las empresas están dirigiendo sus esfuerzos en crear oficinas pensadas para retener talento, fomentar la productividad y mejorar el bienestar de los usuarios. En esa búsqueda dirigida a encontrar fórmulas para conseguir estos objetivos surge el concepto de cool working. En el post de hoy hablaremos sobre ello y os daremos algunas claves para aplicarlo en vuestras oficinas.
¿En qué consiste?
Esta metodología ha sido desarrollada por Actiu junto con el Instituto de Valencia para diseñar espacios que generen bienestar. Para implementar este concepto se deben tener en cuenta los factores visibles (distribución espacial, muebles, decoración y colores) y otros conceptuales (creatividad, innovación, participación, liderazgo, movilidad y concentración).
El papel del diseño a la hora de crear oficinas cool working
Para diseñar unas oficinas es muy importante tener en cuenta el trabajo que se desarrolla en ellas para aplicar la metodología del cool working, sin dejar de lado la estética, la comodidad y la funcionalidad de los productos que se van a utilizar.
Los muebles deben ser flexibles y adaptables a las distintas situaciones que se encuentra el usuario día a día. La interacción entre los diferentes profesionales contribuye al intercambio de conocimiento, facilita la comunicación, promueve el trabajo en equipo y crea una atmósfera más cordial. Eso sí, es importante que el mobiliario siga la identidad visual de la compañía a la vez que ofrece versatilidad.
Un buen diseño no es sólo estético, también ha de ser ético. La sostenibilidad es diseñar entornos de trabajo que tengan en cuenta: la distribución de las personas, la luz natural, la acústica, las temperaturas óptimas constantes, la gestión eficiente de los recursos energéticos y la promoción de hábitos saludables.
La ergonomía espacial ayuda a sentirse mejor y se aleja del concepto de sentarse bien. Contar con productos diseñados bajo este concepto significa adquirir y respetar un compromiso con las personas y su salud, por medio de herramientas regulables y ajustables que permiten una correcta posición.
Este estilo de diseño debe aplicarse teniendo siempre en cuenta la tecnología y las innovaciones tecnológicas que surgen en este sector, para mejorar el bienestar de los usuarios.
Pero para retener el talento, fomentar la productividad y mejorar el bienestar de los usuarios, también se debe apostar por una mejor gestión y liderazgo. Según un informe publicado por el estudio de arquitectura Gensler, los empleados “aquellos empleados que disponen de capacidad de elección y autonomía en el desempeño de sus tareas, no sólo manifiestan un mayor grado de felicidad, sino que también tienen un mayor índice de motivación y un mejor rendimiento”. Para hacerlo, se puede apostar por la autogestión, el trabajo por objetivos y la elección de horarios.
En este post del blog, te hemos dado algunas de las claves más necesarias para implementar el cool working en tu espacio de trabajo. Ahora, ¿te atreves a aplicarlo?