Así influye la iluminación natural en el bienestar y la productividad de las personas
La tendencia actual dentro de la construcción de edificios de oficinas en relación a la iluminación es muy clara: se viene priorizando bastante el aprovechamiento de la luz procedente del sol sobre la utilización de fuentes de iluminación artificial. Un fenómeno tras el que se esconde el incremento de la concienciación social acerca de la necesidad de que las actividades humanas sean medioambientalmente sostenibles. Todos los mecanismos que permitan ahorrar recursos naturales y evitar la contaminación deben ser bienvenidos. Sin embargo, hay otro motivo que justifica esta tendencia: la iluminación natural influye positivamente en el bienestar y la productividad de los trabajadores.
Regulación del ciclo circadiano
Los seres humanos han evolucionado durante cientos de miles de años para adaptarse a unas condiciones específicas de vida. Entre ellas algo tan aparentemente simple como funcionar durante las mañanas y tardes y descansar durante las noches. Tanto es así que los propios procesos internos del organismo dependen en buena medida del nivel de exposición a la luz natural. Es lo que los especialistas médicos conocen como ritmo circadiano: la iluminación natural ayuda a que el cuerpo y la mente estén en perfectas condiciones en cada instante, mientras que la luz artificial puede alterar dicho ritmo y aletargar al individuo en unas horas en las que debería sentirse activo.
Mejora de las habilidades cognitivas
Puesto que la exposición a la luz natural activa eventos fisiológicos que preparan a las personas para la actividad, y toda actividad humana es en cierto sentido cognitiva, es evidente que dicha exposición despierta las habilidades intelectuales de los trabajadores, entre las que están la atención, la concentración, la memoria, el análisis o la creatividad. No es una mera suposición: una investigación de 2019 llevada a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Politécnica de Madrid confirmó la relación entre la iluminación natural y el rendimiento. Tal como rezaba el paper del estudio, "puede hacer que la productividad de los empleados aumente más de un 60%".
Un impulso para el estado anímico
El simple hecho de que el ritmo circadiano funcione correctamente ya supone en sí mismo un impulso para el ánimo, pues el trabajador no se siente entumecido. Además, la activación de sus habilidades cognitivas le permiten disfrutar más de su trabajo, ser más efectivo y aumentar así su autoestima. Sin embargo, la influencia de la luz natural en el ánimo cuenta no solo con estos caminos indirectos, sino también con uno mucho más directo: la exposición a la luz solar aumenta la liberación de serotonina en el cerebro, un neurotransmisor que aporta paz y bienestar, muy importante en la prevención de trastornos psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Fomento de la interacción social
Los espacios abiertos bien iluminados favorecen la interacción social. Unas décadas atrás, bajo el modelo de la oficina clásica del siglo XXI, la libre conexión y comunicación entre los empleados de las organizaciones eran indeseable. Cuanto más aislado estuviesen mejor. Hoy no. Hoy las empresas son más conscientes que nunca de lo beneficioso de esta sinergia tanto para el bienestar individual de sus trabajadores, clave en la retención del talento, como para el éxito de las mismas. Además, la exposición a la iluminación natural también incrementa los niveles de energía y de vitalidad, lo que repercute tanto en la predisposición a la socialización como a la motivación puramente laboral.
Otros beneficios de la luz natural
Los ojos humanos están diseñados para la exposición a la luz natural y no a las luces de las bombillas. En este sentido, la priorización de la primera por parte de las empresas contribuye a la reducción de la fatiga visual de sus trabajadores. Esto, una vez más, influye positivamente en la comodidad y en la productividad individual. El confort hace crecer a todos. Asimismo, la luz natural trae consigo una sensación más intensa de conexión con la naturaleza, una mayor belleza del entorno laboral y una tranquilidad ética para quienes estén comprometidos con la salud del planeta. A las puertas del 2024, ya no se entiende una oficina que no gire alrededor de la radiación solar.