Zonas de descanso, una tendencia en los edificios de oficinas
Durante los últimos años las zonas comunes en los edificios de oficinas han empezado a jugar un papel importante dentro de la distribución del espacio. Si antes se consideraba a estas zonas como áreas obligatorias a las que no se les prestaba demasiada atención, en la actualidad llegan a convertirse en la seña de identidad de muchas compañías, como es el caso de las oficinas de Google.
De zonas sin carisma diseñadas únicamente para que los trabajadores comiesen sin tener que salir del edificio de oficinas, se han creado espacios creativos, coloristas y cuidados hasta en el último detalle. Y es que según las tendencias en oficinas, estos espacios pueden llegar a tener multitud de consecuencias beneficiosas para las compañías y sus empleados.
Estos espacios de no-trabajo fomentan la creatividad de los trabajadores, mejoran las relaciones personales entre compañeros, lo que promueve el trabajo en equipo; ayudan a la optimización del tiempo porque muchos empleados optan por quedarse en el mismo edificio de oficinas en lugar de salir a comer y por último, estos espacios pueden aumentar la productividad y el corporativismo ya que motivan al empleado y este se siente cuidado dentro de la organización empresarial.
Existen multitud de cuestiones sobre cuáles son las características indispensables de estas “resting rooms”. ¿Espacios abiertos o cerrados? ¿Líneas de diseño suaves que transmitan sensación de calma o zonas coloristas que despierten la creatividad? Cada edificio de oficinas debe encontrar la razón por la que necesita este espacio y adaptar esta zona a sus necesidades.
Dependiendo de la compañía y de la distribución arquitectónica de los edificios de oficinas, estas zonas pueden utilizarse como salas de reuniones, zonas de descanso y desconexión, espacios recreativos, cada vez es más común encontrar mobiliario como futbolines o billares para promover el tiempo de ocio de los empleados; o cafeterías y restaurantes con un diseño cosmopolita y distendido como cualquier cafetería de Manhattan.
Esta tendencia está implantándose por todos los edificios de oficinas y es la opción perfecta para aquellas compañías que busquen actualizar su imagen, ganar dinamismo y personalidad corporativa y sobre todo, mejorar las relaciones entre sus empleados.