Uso de energías renovables a pequeña escala 

Las consecuencias del cambio climático están provocando cambios estructurales muy importantes en la humanidad: los gobiernos de todo el mundo se han comprometido a iniciar la transición que conduzca al abandono de los combustibles fósiles como fuentes de energía, las empresas están desarrollando políticas de sostenibilidad que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero y los centros de investigación trabajan para hallar mejores mecanismos de explotación de las fuentes de energía verdes. No obstante, los cambios no han de ser únicamente macro: las decisiones ecológicas, como el uso de energías renovables sostenibles, también deben implementarse a pequeña escala. 

Beneficios ecológicos del uso de energías renovables en contextos micro 

Pensar en las emisiones de gases de efecto invernadero de la humanidad conduce inevitablemente a centrar la atención en grandes industrias como la alimentaria, la textil o la de transporte. Es la imagen que acude a la mente: la de grandes fábricas liberando ingentes cantidades de las sustancias que contribuyen al calentamiento global a través de sus chimeneas. Y esto ocurre. Es evidente que el contexto macro requiere de la remodelación necesaria para volverse más green y reducir la presión sobre el clima. Sin embargo, el contexto micro, el cotidiano, el de hogares y pequeños locales, también tiene un impacto enorme sobre esta cuestión. El acumulado de 8.000 millones de seres humanos. 

En este sentido, la utilización de energías renovables sostenibles en estos microcontextos puede marcar la diferencia. Entre otras cosas, conlleva una gran reducción de las emisiones, una menor contaminación del aire y de las masas de agua, una mejor conservación de los recursos naturales y, no puede obviarse, una promoción de las prácticas sostenibles muy influyente. A fin de cuentas, las decisiones de los consumidores y de los votantes influyen decisivamente en las prácticas de las empresas y de los gobiernos. Además, existen otras razones ajenas a la sostenibilidad por las que debería fomentarse el uso de energías verdes en hogares y pequeños comercios: razones de naturaleza económica. 

Beneficios económicos del uso de energías verdes en contextos micro 

En primer lugar, y aunque la inversión inicial en tecnologías de energía renovable puede ser significativa, supone un ahorro considerable en las facturas de la luz a largo plazo. De ahí la relevancia de las ayudas públicas para la adquisición de estas tecnologías. Un pequeño impulso inicial puede ser crucial para un cambio global de paradigma. Además, algunas de estas tecnologías, como los sistemas de paneles solares que aprovechan la radiación solar para producir energía limpia, tienen costes operativos y de mantenimiento bajos. Tanto los particulares como las pequeñas compañías terminan disfrutando de ventajas económicas conforme transcurren los meses y los años. 

Y, en segundo lugar, están los beneficios económicos colectivos, entre los cuales destacan la generación de empleo y la reducción de los costes de salud para el sistema, pues las energías limpias no contaminan el aire ni el agua y, en consecuencia, no aumentan las probabilidades de los ciudadanos de sufrir determinadas enfermedades. Por último, existe otro beneficio económico y político fundamental: la generación de esta energía verde de manera descentralizada disminuye la dependencia de los principales proveedores de energía procedente de fuentes fósiles, lo que proporciona mayor autonomía a las comunidades. Es un camino hacia una mayor estabilidad energética. 

Principales fuentes de energía renovable para aplicar a pequeña escala 

La fuente de energía renovable más explotada a pequeña escala es la energía solar, tanto a través de paneles solares domésticos como a través de cargadores solares portátiles. Junto a ella encontramos la energía eólica, aprovechada gracias a turbinas eólicas. Otras fuentes de energía renovable, sin embargo, no son 100% sostenibles. Es el caso de la energía obtenida mediante la quema de biomasa como pellets de madera, lo cual emite gases de efecto invernadero a la atmósfera, y de la energía hidroeléctrica, cuyas centrales próximas a zonas azules naturales pueden alterar la tranquilidad de los ecosistemas. 

En este sentido, es fundamental priorizar la explotación de las energías solares y eólicas, las más limpias de todas, y aprovechar su potencial para revertir la actual situación climática. Nos estamos jugando mucho. 

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