Torre Marenostrum: icono arquitectónico en Barcelona
Detrás del edificio de oficinas Torre Marenostrum está el trabajo de dos grandes arquitectos: Benedetta Tagliabue y Enric Miralles.
Un poco de historia…
El edificio se construyó entre los años 1999-2006 y hoy es un claro referente del skyline barcelonés. El proyecto fue desarrollado sobre un hilo conductor: diseñar un edificio que se integrara perfectamente con su entorno. El resultado fue una torre de 20 plantas, un edificio que se funde con el barrio y que a la vez ejerce de puerta de entrada a él. En las palabras de la arquitecta Tagliabue “el edificio surge de la propia ciudad y se integra en ella”.
Los arquitectos se inspiraron en el choque de las olas sobre una roca para esculpir el edificio, formado por tres volúmenes de hierro y vidrio, de líneas curvadas y una combinación contrapuesta de elementos horizontales y verticales. El rascacielos crea una metamorfosis continua, ya que su aspecto cambia en función de tres variables: la luz, el clima y el punto desde el que se observe.
Este efecto se produce porque se han utilizado cinco tipos distintos de vidrio que le otorgan esta apariencia cambiante. Además, en su fachada acristalada se refleja toda la actividad que se produce alrededor: el tráfico, personas, empleados, etc.
Las vistas
Gracias a su elevada altura (100m) es posible disfrutar de unas vistas de la ciudad de Barcelona y de su playa mientras se está trabajando. También la zona del edificio conocida como el “portaviones”, un voladizo horizontal muy amplio ofrece unas vistas panorámicas del barrio.
Torre Marenostrum es un uno de los edificios más singulares y emblemáticos que se han realizado en los últimos años en la ciudad de Barcelona, un lugar privilegiado para trabajar, que lleva el sello de dos importantes arquitectos.