Suecia, el país más sostenible del mundo
Suecia cerró 2023 con el título de país más sostenible del planeta según la comparativa realizada por la multinacional DriveElectric en base a factores como la cantidad de energía renovable utilizada, el porcentaje de vehículos eléctricos en las carreteras o el alcance de las políticas de protección del medioambiente. Precisamente en referencia a este último punto, los autores del estudio confirmaron que el país escandinavo cuenta con "varios programas de emisiones de dióxido de carbono y sólidos programas de energía renovable que están contribuyendo al fin del país de dejar de utilizar combustibles fósiles". No obstante, el liderato sueco responde a muchas otras circunstancias. Las analizamos.
Cultura de conciencia ambiental
El ingrediente más importante en cualquier proyecto de cambio es la intención. Y Suecia presenta una de las poblaciones más concienciadas con la sostenibilidad del mundo, tal como refleja el hecho de que sus ciudadanos se encuentren entre los que más desechos reciclan, en parte debido a las estrategias públicas de impulso. Un ejemplo de esto último son las máquinas expendedoras inversas que entregan cupones a los ciudadanos que reciclan envases. Asimismo, los suecos se esfuerzan por adoptar prácticas ecoamigables en su vida diaria que, gota a gota, terminan teniendo un impacto positivo enorme. Es un país que tiene muy asimilada la responsabilidad medioambiental.
Retroalimentación ciudadanía-política
Unos ciudadanos concienciados con la necesidad de frenar el cambio climático y el devoramiento ciego de recursos naturales son ciudadanos más tendentes a elegir representantes políticos con propuestas green. De ahí los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos, la inversión en programas de investigación en transportes limpios o el fomento del desarrollo de estaciones de carga por todo el país. A su vez, todas estas políticas refuerzan la cultura ecológica de la sociedad. Una retroalimentación que en Colonial conocemos bien: el diseño de oficinas eco lleva a las empresas que las ocupan a comportamientos más verdes que mejoran su relación con el entorno.
La tecnología como vía de cambio
La conciencia medioambiental de los ciudadanos y de los políticos suecos resulta determinante para que el país sea considerado como el más sostenible de cuantos existen. Sin embargo, es la tecnología la que funciona como traductora de esa conciencia en realidad, el puente mediante el cual el deseo de preservar el medioambiente conecta con la preservación en sí. En este sentido, Suecia ha sabido explotar las posibilidades de ese puente como ningún otro país con la creación de ciudades inteligentes que optimizan el transporte público y la gestión del tráfico, apps de carpooling y soluciones de obtención de energía hidroeléctrica, eólica y de biomasa más avanzadas y eficientes.
Refuerzo mediante la educación
Justificar las inversiones públicas en mecanismos de sostenibilidad y motivar a la población a apoyarlas requiere comunicación. Y el gobierno sueco ha destacado siempre por enfatizar exitosamente las bondades de las políticas y las prácticas cotidianas sostenibles a través de todo tipo de campañas de concienciación. Además, el estado dispone de programas educativos para la sostenibilidad que introducen los conceptos claves a los niños desde muy pequeños, gracias a los cuales asimilan muy pronto la relevancia del asunto, y programas de estudios superiores enfocados en la investigación proecología. Un mundo más verde no se imagina. Se hace. Y Suecia lo está haciendo.
Otra manera de construir
Por último, no podemos obviar los esfuerzos de Suecia por construir edificios sostenibles tanto en su creación como en su operatividad. Así, el estado dispone de regulaciones estrictas al respecto, así como de incentivos que fomentan la eficiencia energética y el uso de materiales no contaminantes. Unas apuestas que en Colonial llevamos décadas realizando. También nosotros, líderes en edificios de oficina sostenibles en España, contamos con una cultura ambiental férrea, una fuerte inversión en tecnologías ecológicas y unos objetivos verdes muy claros. No tenemos la influencia de todo un país, pero aportamos nuestro gran granito de arena para marcar la diferencia.