Las Smarts Cities y la arquitectura del futuro

Cada vez resulta más frecuente que el término Smart Cities aparezca en una noticia o en una conversación, pero ¿a qué se refiere exactamente? Una Smart City se define como un sistema interconectado que aplica las nuevas tecnologías para el uso eficiente de los recursos energéticos en elementos como el transporte, los espacios públicos y privados, la comunicación y el tejido comercial de las ciudades. Tal y como demuestra el Índice de IESE Cities in Motion, hoy en día es muy importante que las ciudades desarrollen un proceso de planificación estratégica que les permita adaptarse a las nuevas vías de innovación y al entorno cambiante actual. Sin duda alguna, la arquitectura tiene un papel primordial en el diseño de una Smart City y fomenta la aparición de nuevas técnicas de edificación que cumplan con los objetivos planificados. En el post de hoy te contamos algunas de las técnicas más interesantes:

¿Cómo será la arquitectura del futuro?

La evolución de las ciudades inteligentes ha traído consigo la aparición de otro término interconectado, los Smart Building. Este tipo de construcciones buscan conseguir una eficiencia energética plena, a través de una gestión integrada y un control automatizado de todos sus sistemas.  

Uno de los principales retos de la edificación en la actualidad es la denominada técnica eco friendly. El objetivo principal de este modelo es el ahorro energético a través del reciclaje de materiales en su construcción, así como la integración de las energías renovables en su diseño mediante la inclusión de placas solares en el techo, creación de generadores eólicos específicos, el uso del biogás o la implementación de sistemas de depuración y reutilización del agua en el propio inmueble.

Otra técnica en pleno auge es el steel framing que consiste en la creación de una estructura de chapas laminadas de acero que forman el esqueleto del edificio. El motivo por el que se utiliza este material se debe a que el acero posee las características idóneas para la protección del entorno: baja corrosión, alta durabilidad y facilidad para ser reciclado.

Quizá una de las técnicas más conocidas, sea la impresión 3D. Aunque todavía falta pulir algunos aspectos de la construcción a gran escala, esta técnica permite integrar materiales sostenibles como los bioplásticos en la creación de los edificios, reduciendo considerablemente los tiempos de edificación.

Por otro lado, una de las técnicas que más importancia está adquiriendo en la actualidad es el sistema de trabajo BIM (Building Information Modeling). Esta técnica de construcción permite crear simulaciones digitales del diseño, controlando toda la información que conlleva crear un proyecto de arquitectura. Las construcciones modeladas por este sistema pueden incluir los productos y materiales reales que se utilizarán posteriormente para construirlos, incorporando su geometría, características, costo e información de contacto para adquirirlos una vez aprobado. Este método de trabajo permite la colaboración entre arquitectos, clientes, constructores, ingenieros y todos los actores relevantes de forma rápida y sencilla, evitando el aumento del gasto de un proyecto.

¿Cómo será el interior de los edificios?

Los edificios se gestionarán en su mayoría a través de sistemas del IoT (Internet of Things) en herramientas relacionadas con la inmótica y la domótica que, a través de dispositivos electrónicos, controlarán la climatización, la iluminación y la seguridad, con el objetivo de mejorar la seguridad y la accesibilidad de los usuarios.

Sin duda alguna los Smart Buildings aportan una gran seguridad y facilitan el día a día de sus usuarios. Pero su capacidad para reducir el consumo energético será sin duda alguna una clave para el desarrollo de Smart Cities entorno a ellos.

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