Ser productivo en verano no es imposible

El verano es un momento ansiado por todos, llega el calor, el sol brilla más y las vacaciones sobrevuelan la oficina pero, trabajar en verano puede llegar a ser todo un reto: la distribución del trabajo por los compañeros ausentes, las altas temperaturas, la desmotivación y la cuenta atrás para las propias vacaciones convierten lo que iba a ser un momento de relajación, en una temporada de especial estrés en la oficina. Desde Colonial queremos proponer algunas claves para sobrevivir a este mes de agosto y seguir siendo productivos.

Planificación de tareas. Durante el verano, en algunos sectores y equipos, es habitual cubrir la ausencia de los compañeros que no están en la oficina y gestionar sus tareas. En ocasiones, el volumen de trabajo aumenta de forma considerable, provocando altos niveles de estrés y poca productividad laboral. Esta carga de trabajo añadida puede afectar posteriormente al conjunto, cuando todos los equipos regresan y se retoma la actividad habitual en septiembre, ya que no se está lo suficientemente descansado y no se tiene el ánimo necesario para emprender nuevos proyectos. En una entrevista con La Vanguardia, Ana Romeo, directora de Recursos Humanos de la compañía aseguradora Cigna, explica que para evitar que el rendimiento laboral afecte a los trabajadores en verano, es imprescindible aportar herramientas que mejoren su productividad y que distribuyan sus tareas y cargas de forma efectiva, utilizando mejor el tiempo y mejorando la comunicación entre los distintos equipos.

Horario intensivo. Que los empleados pasen mucho tiempo en la oficina no quiere decir que vayan a producir más. De hecho, si fuera luce el sol y hay una playa o piscina cerca, estar largas horas en el trabajo puede provocar cierto grado de frustración. Según un artículo realizado por la empresa Sage la flexibilidad horaria no solo ayuda a la conciliación de vida profesional y personal de los trabajadores, sino que también aumenta la productividad, ahorra energía y costes de las instalaciones, reduce el absentismo laboral y promueve la atracción y retención del talento.

Cuidar la temperatura. No cabe duda de que la temperatura ambiente en la oficina durante el verano es clave para el confort de los empleados, de hecho el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) establece la temperatura óptima en los puestos de trabajo entre los 23 y 27 grados. Hace un año, en este blog os propusimos algunos consejos para climatizar bien la oficina en verano que además os ayudarán a ahorrar energía y mantener la oficina fresca, sin realizar un gasto excesivo. La instalación de termostatos programables o válvulas termostáticas, son una buena opción para mantener la oficina aclimatada durante la jornada laboral. No obstante, lo más importante sigue siendo que el inmueble tenga un buen aislamiento térmico.

Promover la comunicación interna y el team building. La época estival puede ser un buen momento para organizar alguna actividad distendida entre todos los miembros del equipo que aumente la calidad de las relaciones personales. Una buena comunicación entre trabajadores no solo repercute en la buena disposición de los equipos, sino que facilita la organización de las distintas tareas y refuerza el sentimiento de pertenencia a la empresa.

Desconectar y respetar la desconexión de los demás. Hoy en día todos estamos conectados continuamente a través de nuestros smartphones y a menudo surge la tentación de consultar el correo de oficina durante las vacaciones o contactar con algún compañero por un asunto urgente. En época de descanso es importante evitar este tipo de actitudes ya que evitan que los empleados desconecten y vuelvan frescos, animados y llenos de ideas tras su descanso estival.

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