Los principios de la ergonomía en los espacios de trabajo
Aunque el bienestar laboral sea algo que damos por sentado en las oficinas actuales, es en realidad una tendencia reciente, por lo que hay ciertas disciplinas que aún tienen mucho por ofrecer o que todavía se están implementando en los lugares de trabajo.
Una de ellas, y que más puede ayudar en el día a día de los usuarios, es la ergonomía. Este concepto afecta no solo a la comodidad de un empleado (por ejemplo, con una silla confortable), sino que es una disciplina que debe tener en cuenta todo el entorno en el que se mueven las personas para medir la relación que tienen con objetos y espacios para ver si estos cumplen las condiciones físicas óptimas.
¿Qué persigue la ergonomía?
Es una ciencia que abarca varias condiciones laborales que pueden influir en la comodidad del trabajador y que engloban elementos como la iluminación, las vibraciones, la temperatura, el ruido, el diseño del lugar de trabajo, el de las herramientas, los turnos de trabajo e incluso las pausas dentro de este.
Por lo tanto, el objetivo principal de la ergonomía es garantizar una mejor interacción entre el empleado, el lugar en el que desempeña sus tareas y las herramientas que usa para ello.
Diferencias entre un espacio que tiene o no en cuenta la ergonomía
Al mejorar las condiciones laborales se reducen las problemáticas físicas del trabajo y, por tanto, se producen menos lesiones o dolencias que pueden provocar determinados movimientos y posturas. La ergonomía incluso puede ser causante de un aumento en la productividad, ya que promueve un modelo de trabajo seguro y crea un buen ambiente laboral, haciendo que cada uno de los trabajadores sea más productivo y eficiente en sus tareas.
De esta mejora en la producción también se relacionan otros factores como la reducción del absentismo, el aumento de la motivación y concentración y consecuentemente la reducción de los errores.
Gracias a esta disciplina incluso podemos ir más allá, introduciendo nuevas tecnologías en las empresas con el objetivo de mejorar el rendimiento laboral, por ejemplo, automatizando tareas de trabajo que permiten optimizar mucho mejor el tiempo.
Cómo aplicar los principios de la ergonomía
En Colonial aplicamos los principios de la ergonomía en todos nuestros edificios, diseñando espacios que puedan crear un entorno de trabajo lo más saludable posible.
Buena ventilación, ubicación de los espacios de trabajo cerca de las zonas con más luz natural (para mitigar la fatiga visual), temperatura agradable y humedad mantenida, al igual que bajos niveles de ruido y espacios amplios y diáfanos, son sin duda algunas de las características que más afectan positivamente al bienestar de los usuarios y que más buscamos incluir en nuestras oficinas.
En sí, adaptándolo a ejemplos concretos de inmuebles, podemos ver que lo que busca la ergonomía es crear espacios más humanos en el lugar de trabajo, ya que los factores que más se repiten es el hecho de aprovechar la luz natural, de invitar a crear relación entre los usuarios, y de evitar cualquier tipo de práctica que pueda entorpecer la mala salud de los empleados (con unas sillas incómodas que causen una mala postura o un espacio mal ventilado, por ejemplo).
En definitiva, una buena aplicación de la ergonomía en el momento de conceptualizar un espacio nos parece esencial para asegurar que podemos cumplir con el concepto Human Centric, que busca plantear una construcción poniendo siempre en el centro a las personas, porque son ellas las que tendrán que habitar diariamente el edificio.