Las personas son claves para la transformación sostenible de las oficinas

Las transformaciones profundas rara vez dependen de un solo agente social. Las empresas tienen la responsabilidad de tomar decisiones que reduzcan el consumo energético en sus oficinas, disminuyan la huella de carbono y, en definitiva, incrementen la sostenibilidad de las mismas, como la instalación de placas solares, el uso de materiales naturales, la implementación de sistemas de gestión eficiente del agua o el empleo de equipos de aerotermia ecológicos. Pero todos estos esfuerzos deben verse acompañados por la labor consciente de los trabajadores para que el objetivo de sostenibilidad se alcance con suficiencia. La buena noticia es que estos cuentan con un gran margen de maniobra:

Utilizar menos el ascensor

El ascensor es una herramienta que hace la vida mucho más fácil. Sin embargo, presenta dos grandes desventajas: supone un alto consumo de energía y priva a los seres humanos de un poco de actividad física, tan importante en una sociedad con tendencia hacia el sedentarismo. Y de ahí esta recomendación: tomar el ascensor solo cuando sea estrictamente necesario. Subir una planta o dos del edificio no supone ningún desafío mayúsculo cuando las condiciones físicas y de salud son adecuadas. Es tan solo una cuestión de actitud y de responsabilidad.

Sustituir los plásticos

El trabajo en la oficina requiere en ocasiones de un punto extra de velocidad en las acciones. En ese sentido, muchos trabajadores adquieren y consumen productos hechos para consumir en el momento, la mayoría de los cuales tiene el plástico como material de envasado. Ensaladas y platos precocinados, cafés de supermercado, botellas de agua... Planificar mejor las comidas en el trabajo permite preparar los alimentos y las bebidas con antelación para no tener que recurrir a productos use and throw que perjudican al medioambiente y al planeta.

Suspender los equipos informáticos

La mayoría de los trabajadores de oficina no permanecen toda la jornada laboral sentados en la misma silla. Después de todo, los descansos y los desplazamientos hasta otros trabajadores para cooperar son características comunes de estos entornos. Lo sostenible aquí es suspender los equipos informáticos cuando se vaya a permanecer fuera del rincón de trabajo más tiempo de la cuenta. De esta manera se evitará un consumo innecesario de energía que repercuta en las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Y lo mismo con las luces.

Explota los recursos digitales

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad el papel ha sido el principal aliado de las personas a la hora de anotar informaciones. Y todavía hoy sigue siendo esencial en contadas circunstancias. No obstante, la realidad es que su uso continuado y masivo ya no tiene sentido y puede sustituirse por la anotación digital. La utilización del ordenador, del ordenador portátil, de la tablet o incluso del móvil ponen muy fácil eso de prescindir cada vez más del papel, para cuya producción se necesita tanto talar árboles como emplear energía.

Reciclar todo cuanto pueda reciclarse

No todos los materiales son reciclables. Sin embargo, los más habituales a nuestro alrededor, como el papel, el cartón, el vidrio o los plásticos sí lo son y debemos aprovecharlo para disminuir el impacto del consumo sobre el planeta. Lo ideal sería que todas las oficinas dispusieran de una zona de reciclaje con diferentes contenedores. Pero el mundo no siempre es ideal y no todas las empresas están al día en cuanto al grado de sostenibilidad. En casos así, los trabajadores pueden almacenar los residuos y depositarlos en el contenedor adecuado a la salida.

Concienciar a los demás trabajadores

La transformación de la sociedad en una sociedad más ecológica, tal como apuntamos al principio de este artículo, es una tarea colectiva. Por eso no basta con realizar todas las acciones anteriores: también hay que transmitir los motivos y los valores que impulsan esas acciones para que más personas las adopten. En última instancia, no se trata únicamente de tener la conciencia limpia, sino también y por encima de todo de conseguir que el medioambiente no sufra las consecuencias de la actividad humana. Y comunicar e inspirar es clave para ello.