Oficinas abiertas, pero con diseño flexible. Un nuevo enfoque.
El concepto de oficina abierta se originó en Alemania y, poco a poco, cruzó fronteras hasta llegar a Estados Unidos donde las empresas revolucionarias de Silicon Valley adaptaron la idea. La intención que perseguían estas empresas pioneras era romper la composición tradicional de paredes de una oficina, creando un espacio abierto para todos sus trabajadores. De esta forma, las empresas tecnológicas revolucionaron, no solo el espacio de oficina, sino metodologías de trabajo que se implantaron para la colaboración más eficaz entre equipos. Hoy en día, la multidisciplinariedad de los equipos y las circunstancias actuales vuelven a traer este concepto de apertura al diseño de interiores, pero las nuevas condiciones de trabajo exigen un nuevo enfoque. Te contamos todo lo que necesitas saber:
Ventajas y desventajas de las oficinas abiertas
Eliminar las barreras arquitectónicas que tradicionalmente encontrábamos en las oficinas tiene una repercusión directa sobre la eficiencia y las personas. Por un lado, reduces la huella de carbono en la oficina, aprovechas mejor el espacio y consigues mayor iluminación natural en toda la oficina; y, por otro lado, al encontrarse todas las personas en el mismo espacio, se fomenta la comunicación y la colaboración entre compañeros estimulando la creatividad.
Estas ventajas también tienen su impacto negativo al reducir la privacidad personal y aumentar el nivel de ruido que favorece la desconcentración. Afortunadamente ambas desventajas tienen una solución que ofrece también una respuesta a la realidad que vivimos donde las reuniones virtuales están en su máximo apogeo y para las que se necesita un espacio cómodo y silencioso, que ayude a desarrollar eficazmente el trabajo y mantenerse concentrado sin distracciones. Este es el principal motivo por el que las oficinas abiertas, tal y como las conocíamos, están evolucionando a oficinas con diseño flexible.
Oficinas abiertas con diseño flexible
Las oficinas de diseño flexible son, como decíamos, la evolución natural de las oficinas abiertas, pero adaptadas a la situación actual. Una respuesta a las necesidades de los usuarios que buscan diferentes espacios para cada una de sus actividades, sin renunciar a la comunicación y la colaboración entre equipos. Para ello, el diseño ha sabido dar una solución a estas necesidades a través de la incorporación de salas privadas donde realizar una llamada, estancias insonorizadas para videoconferencia sin distracciones, salas de reuniones apartadas, áreas de descanso… en definitiva, espacios adaptados para aprovechar todas las ventajas de una oficina abierta, sin repercutir de forma negativa en la productividad y confort de los usuarios.
¿Qué hacer con el ruido?
Siempre que sea posible el ruido debe atajarse desde el inicio del proyecto, pero si el espacio ya está construido también puede arreglarse con una reforma y restructuración. Los objetivos consisten en aislar las fuentes generadoras de ruido y fomentar una política que respete el silencio. Para aislar el ruido es importante agrupar los equipos ofimáticos y maquinaria en habitaciones independientes, utilizar sistemas de climatización silenciosos e insonorizar el espacio con materiales fonoabsorbentes.
Otros aspectos a tener en cuenta
Es importante atender a una característica que no siempre nos viene a la cabeza, el confort térmico. Con espacios abiertos muy grandes, y rodeados de espacios más pequeños e individuales, es importante tener en cuenta la posibilidad de controlar la temperatura, para evitar zonas de mucho frío y otras de más calor. Para ello, es recomendable agrupar espacios similares en los que puedan estar el mismo número de personas y con un diseño parecido, e implementar el mismo sistema de climatización.
Por otro lado, las paredes, los techos y los suelos tienen un papel muy importante a la hora de crear este tipo de espacios, por ejemplo, las paredes de las salas de reuniones pueden utilizarse como pizarras y de esta manera, desde cualquier sitio de la sala, podrá leerse información relevante o seguir el orden del día.
La luminosidad y los tipos de lámparas es otro punto a tener en cuenta, ya que pueden ayudar a diferenciar los espacios, aportando más o menos luz. Un espacio destinado a la concentración y a la tranquilidad puede tener una iluminación más cálida y tenue, mientras que una zona de colaboración debería tener una luz más brillante que atraiga visualmente a las personas.
Los techos van de la mano de la iluminación. Jugar con su altura hace entender al subconsciente que hay algo diferente entre los distintos espacios mientras caminas por ellos. Además, los techos ayudan a crear una sensación de amplitud y flexibilidad en las zonas más grandes.
Finalmente, jugar con los suelos y las paredes también ayuda a diferenciar los espacios, por este motivo, es importante tener en cuenta el color por el que apostamos, las diferentes texturas visuales e incluso la decoración a través del arte.
Sin duda estos espacios que se encuentran en plena transformación para adaptarse a nuestra situación actual darán mucho que hablar en los próximos meses, ¿qué opinas? ¿te atreves a incorporarlos en tu oficina?