Muebles sostenibles, ¿por qué son importantes?
La sostenibilidad es una de las principales preocupaciones a las que se enfrentan las empresas en la actualidad. Las problemáticas medioambientales y la concienciación por buscar soluciones prácticas han conseguido que las nuevas tecnologías y la innovación entren en escena para solventar muchas de estas situaciones. En el mundo inmobiliario, la arquitectura sostenible y el diseño biofílico, por ejemplo, son algunos de estos ejemplos. No obstante, muchas veces pasamos por alto otro tipo de propuestas que también pueden resultar beneficiosas no solo para el usuario, sino también para la empresa. La reducción de químicos dañinos presentes en muchos de los materiales con los que se conforma el mobiliario de una oficina, es quizá unos de los elementos menos conocidos en materia de sostenibilidad, aunque organizaciones como el Centro para la Investigación Interactiva sobre Sostenibilidad (CIRS) de la Universidad de Columbia en Vancouver o el World Green Building Council (WGBC) ya han alertado de que el contacto continuado con estos químicos no solo perjudican el medio ambiente, sino que también generan problemas de salud en los trabajadores.
En los últimos años, varias empresas han sacado al mercado propuestas de mobiliario sostenible que son una herramienta muy útil a la hora de aportar comodidad y confort a los trabajadores, al mismo tiempo que ayudan a tener una productividad y vida útil del equipo de oficina atractiva para las empresas.
A continuación, os mostramos algunas de estas propuestas:
Muebles de cartón: este material, que a priori puede parecer poco resistente, se está convirtiendo en un firme candidato a sustituir otros materiales menos sostenibles como la madera. Varios estudios y pruebas han demostrado que la durabilidad y la dureza de este material en la construcción y el diseño de interiores es una gran ventaja, ya que puede crear estructuras fuertes equiparables a otros materiales más vigorosos, con la capacidad de ser mucho más ecológico (siempre que se combine con pegamentos no tóxicos), ligero, económico y 100% reciclable, lo que alarga la vida útil del material. El diseñador interiorista alemán Markus Benesch es uno de los pioneros y máximo estandarte de esta corriente, gracias a la utilización de un barniz creado a base de resinas, el Rapoxy, que aplicado sobre estas superficies consigue generar más resistencia y durabilidad; de hecho firmas como Campary, Samsung o Fiat ya cuentan con varios de sus diseños en stands y oficinas.
Impresión 3D: la aparición de las impresoras 3D capaces de reconfigurar materiales y ensamblar estructuras al mismo tiempo, ha revolucionado el mundo del diseño de mobiliario y ofrece alternativas más sostenibles y rápidas. El Laboratorio de autoensamblado del Massachusetts Institute of Technology (MIT) presentó un proyecto experimental que dio solución a los tres principales problemas de la impresión 3D: la velocidad, la escala y las propiedades de los materiales, desarrollando una nueva tecnología llamada impresión líquida rápida, que permite crear productos de gran tamaño y personalizarlos, con materiales de alta calidad y a una velocidad increíble, llegando a construir una silla en tan solo 28 minutos.
Fibras termorreactivas: el Celliant® es una fibra compuesta por minerales naturales termorreactivos como el dióxido de titanio, el dióxido de silicona y el óxido de aluminio, que es capaz de mejorar la circulación sanguínea en un 10% permitiendo que llegue más oxígeno al tejido orgánico y regulando la temperatura corporal. Cuando el organismo recibe más oxígeno en las células, se activa la energía del individuo y se fomenta la atención y la comodidad. Aunque la mayoría de las veces no pensamos en el tapizado de una silla o sofá como solución a problemas de sostenibilidad y wellness, este producto ha sido denominado por la FDA como generador de bienestar generalizado para las personas que tienen que pasar la mayor parte del día sentadas ante sus ordenadores o para pacientes en áreas de tratamiento durante largos periodos de tiempo.
En definitiva, los estudios de sostenibilidad y nuevas tecnologías no dejan de sorprendernos con nuevas propuestas que sin duda cambiarán nuestros espacios de trabajo convirtiéndolos en lugares más sanos y cómodos para los usuarios.