Muebles inteligentes para la oficina: tecnología y diseño
El intento por aplicar la inteligencia artificial en un sinfín de campos, ya es una realidad, aunque sigue existiendo un amplio recorrido para implementar a nuestra vida cotidiana todos los avances tecnológicos que van surgiendo. La nanotecnología y los avances en el campo de las telecomunicaciones, son la clave para la “Smart Furniture”, el futuro de los muebles.
Esta evolución, puede suponer a la larga aún más cambios en las oficinas que actualmente conocemos y podrían ofrecer un sinfín de utilidades combinadas con el diseño. ¿Y qué nos pueden aportar los muebles inteligentes? Su futuro vendrá dado por la contribución de servicios que nos permitan ser más eficientes recogiendo información, interpretándola y gestionando datos para mejorar ciertos hábitos o bien aportar un valor añadido al propio objeto.
Un espacio de trabajo inteligente empieza a ser una realidad y los edificios de oficinas evolucionarán cada vez más en entornos diseñados a adaptarse a las necesidades de sus usuarios de una forma cada vez más personalizada. Los muebles inteligentes mejorarán la eficiencia en todos los ámbitos de la sociedad y serán especialmente implementados en el sector empresarial, donde la introducción de nuevas formas de trabajo para mejorar la calidad del entorno convertirá los lugares de trabajo en atmosferas eficientes, creativas y más dinámicas.
Las sillas impresas a medida que ya han sido diseñadas a través de la impresión 3D por Manuel Jiménez García, Gilles Retsin y un equipo de la Bartlett School of Architecture en Londres o los muebles que absorben el sonido ambiental, desarrollados por Wakufuru, también podrían convertirse en un elemento indispensable para las oficinas del futuro. Asimismo, espacios transformables sin esfuerzo a través de un simple botón o de un control por voz, pueden llegar a convertirse en el mejor aliado para transformar espacios en las oficinas.
Sin embargo, alrededor de implementar inteligencia artificial a ciertos objetos cotidianos, también aparece la polémica de los datos generados y con qué fines se recogen. Si bien lo ideal es que los datos lleguen al usuario y se adelanten a las necesidades propias, también cabe la posibilidad que la tecnología los monitorice y mercantilice.
Los muebles inteligentes son tendencia y serán cada vez más utilizados en las oficinas por su aporte al bienestar de los usuarios y para brindar un sinfín de posibilidades gracias a su conectividad y valor añadido.