Metodologías de trabajo ágiles para las oficinas

Los últimos acontecimientos planteados por la irrupción de la Covid-19 en nuestras vidas han llevado a las empresas a buscar estrategias de transformación digitales, de forma que se genere el cambio cultural necesario a través de la innovación. Muchas de estas empresas han optado por modelos de Gestión de Proyectos, que ayudan a los equipos de trabajo a obtener una mejora en sus procesos a través de resultados mucho más rápidos y sostenibles. Metodologías como Agile, Scrum, Lean o Kanban han irrumpido en el panorama laboral gracias a la aparición de industrias más tecnológicas, pero este tipo de proyectos son muy beneficiosos para todo tipo de organizaciones y favorecen la cultura de empresa y la unión entre los equipos. A continuación, te explicamos en qué consiste cada uno de ellos:

Metodología Agile

Agile es sobre todo una filosofía que plantea una forma distinta de trabajar, que consiste en dividir cada proyecto en partes pequeñas que tienen que completarse y entregarse a las pocas semanas. El trabajo se reparte en diferentes equipos multidisciplinares, lo que implica que sea un sistema que destaque por su velocidad y flexibilidad. Suele haber entregas parciales a cliente cada 15 días aproximadamente, y es una forma de trabajar usada ya por destacadas empresas como Google o Microsoft.

Metodología LEAN

Otra metodología es LEAN, que destaca por eliminar aquellas acciones que no aportan ningún tipo de beneficio en un proceso, y así ofrecer al cliente un óptimo resultado final. Para lograrlo, es necesario tener identificado desde el principio el objetivo a conseguir, y alcanzarlo con el menor número de elementos posibles, para así optimizar los recursos empresariales. La forma de trabajo consiste en definir el valor desde la visión del cliente y crear un flujo que en todo momento aporte valor. No es una dinámica a largo plazo, pero sí que incorpora una mejora constante para conseguir la excelencia.

Como la mejora continua es otro de los conceptos principales de esta metodología, es necesario también implementar indicadores durante el proceso para obtener resultados cada vez más eficientes.

Metodología SCRUM

Un tercer concepto que os contamos es el denominado Scrum, otro sistema enfocado a trabajar en equipo, con la peculiaridad que funciona especialmente bien en aquellos proyectos de entornos complejos, donde obtener resultados de forma rápida es primordial.

El equipo encargado se sincroniza diariamente, realizando también periódicamente las actualizaciones necesarias, para que todo funcione de la forma más correcta posible.

Se ejecuta en ciclos temporales cortos y de duración fija, pero cada uno de ellos debe aportar un incremento del producto o resultado final, hasta alcanzar el resultado establecido.

Metodología Kanban

Y la última metodología ágil que os contamos es la denominada Kanban, originaria de Japón y cuya traducción literal sería la de tarjeta visual. Su propio nombre ya indica en gran medida en qué consiste, al ser un tablero accesible para todo el equipo, en el que está explicado las tareas que se deben realizar y los pasos necesarios para completarlos. Por tanto, es un sistema muy visual y fácil de utilizar, que permite además mejorar el flujo de trabajo y alcanzar un ritmo sostenible, dejando muy claro el trabajo a realizar en cada momento.

Todas ellas son formas de trabajar con diferentes peculiaridades, pero que persiguen el objetivo de mejorar los procesos de trabajo y la eficiencia laboral de un equipo de trabajo.

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