La oficina del futuro
¿Cómo imaginamos la oficina del futuro?, ¿cómo queremos que sean los nuevos espacios de trabajo? La tecnología, las personas y el propio espacio son los factores decisivos que definirán el diseño de la oficina del futuro.
En pocos años veremos cómo las empresas se flexibilizan aún más, la colaboración se impone sobre el trabajo individual y la movilidad predominará frente al estatismo. Atrás queda el concepto del espacio de trabajo concreto y fijo, en su lugar, se incitará a los empleados a moverse por la oficina, cambiar de escritorio, dialogar con los compañeros para fomentar el compañerismo y el debate de ideas.
El uso de la tecnología, la apuesta por la sostenibilidad, la digitalización de las empresas, la compatibilidad entre la vida profesional y personal y el diseño del espacio de trabajo definirán cómo será la oficina del futuro.
La tecnología
La oficina del futuro está destinada a convertirse en un espacio virtual totalmente conectado. Las apps móviles, además de facilitar el trabajo, también se utilizarán para regular la temperatura de la oficina, monitorizar el uso de los espacios del edificio y reservar salas para reuniones.
El mobiliario de la oficina podrá adaptarse a cada trabajador gracias a la impresión 3D y “el Internet de las cosas” estará cada vez más presente en las oficinas. Lo mismo ocurrirá con realidad aumentada y la realidad virtual, el uso de esta tecnología estará cada vez más integrado en los procesos de trabajo.
La sostenibilidad
Un estudio de Harvard reveló que las oficinas con mejor ventilación, más luz natural y temperaturas moderadas potencian la productividad de los trabajadores. En la oficina del futuro habrá más espacios verdes que proporcionan un atmósfera más rica en oxígeno, lo que supone menos ventilación artificial.
Se fomentará el uso de la arquitectura biodigital, entre las prácticas de esta tecnología destaca el uso de algas que crecen en función de la exposición a la luz solar. Como resultado, las algas proporcionan más sombra en verano y menos en invierno lo que se traduce en una temperatura estable del edificio durante todo el año.
La oficina del futuro aprovechará el agua de lluvia para reutilizarla en las cisternas de los baños y ahorrar el consumo de agua del edificio. Así también, se espera que la energía eólica se explote todavía más.
Las generaciones futuras serán mucho más exigentes y mucho más cuestionadoras en lo que una empresa hace para atajar el cambio climático. La creación de un entorno de trabajo de buena calidad, más responsable en términos de sostenibilidad, será positivo para las empresas y para el medio ambiente.
Los empleados y el espacio de trabajo
La flexibilidad y la posibilidad de elegir dónde y cómo trabajar en función del tipo de actividad que esté realizando el empleado en cada momento va a ser la base de la oficina del futuro. Tan importante será propiciar zonas para fomentar la colaboración entre los empleados como espacios individuales para tareas que precisen de altos niveles de concentración.
El diseño del espacio de trabajo siempre será funcional y flexible a las necesidades de la empresa y primará el bienestar de los empleados. A ello ayuda la creación de espacios inspiradores y el uso del arte en las oficinas que genere entornos más creativos e incremente el deseo de pertenencia a la empresa.