La inteligencia artificial aplicada a la arquitectura
La inteligencia artificial está entrando cada vez con más fuerza en el campo de la arquitectura y su presencia a buen seguro que irá en aumento. Para el que no lo sepa, debemos aclarar que, a grandes rasgos, se trata de una serie de tecnologías que sirven para emular el intelecto humano. En consecuencia, se puede aplicar a un sinfín campos, y el de la arquitectura no es una excepción.
Actualmente, ya son diversas las aplicaciones y soluciones que ofrece. En primer lugar, posibilita que los cálculos de construcción sean una tarea automatizada y mucho más fácil gracias a diferentes herramientas y programas de software que se encargan de ello. Por tanto, el factor del error humano desaparece, potenciando a su vez la efectividad.
También permite un diseño generativo, a través del uso programas que resuelven el diseño de instalaciones mecánicas, eléctricas o sanitarias encontrando las soluciones más eficientes y evitando interferencias con otros elementos. Ante situaciones complejas, ofrece la mejor alternativa de una forma más ágil y rápida que la del ser humano.
La inteligencia artificial asimismo permite por ejemplo el monitoreo automatizado de una obra, escaneando periódicamente su estado, procesando la información y contrastándola con el plan inicial. Así es más fácil detectar si hay algun tipo de retraso y poder realizar gracias a ello cualquier ajuste para que no afecte a toda la construcción. En consecuencia, la eficacia es mayor y se recortan los plazos.
Y otra ventaja que ofrece gracias a diferentes programas es permitir a los clientes pasear por un diseño antes de que se construya. De esta manera, a través de una experiencia muy real se puede apreciar cómo será el edificio y tener una idea mucho más clara del mismo, aún cuando la obra no esté ni comenzada. Con ello, el destinatario obtendrá una idea mucho más clara del proyecto, y cualquier apreciación por su parte será recogida en una fase del muy inicial.
No obstante, hay cierto debate sobre si la inteligencia artificial puede repercutir en la pérdida de puestos de trabajo. Según estimaciones de The Economist, el 47% del trabajo realizado por los humanos habrá sido reemplazado por robots para 2037, en parte debido a la IA, la robótica y la nanotecnología. Sin duda, son estimaciones un tanto preocupantes, que a la par también tienen opiniones contrarias. Por ejemplo, Matthias Kohler, profesor del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) de Zúrich (Suiza) se posiciona en un sentido contrario i defiende que esta tecnología “no sustituirá a los arquitectos, el diseño es más social".
Entendemos que las posibilidades de la IA son numerosas, aún incipientes y todas ventajosas para el sector de la arquitectura. Pero su enfoque debe ser siempre el de complementar o facilitar la labor humana, con el objetivo de ayudar a que cualquier proyecto sea más eficiente.