La influencia del paisaje sonoro de la oficina en el bienestar humano
Cada escenario presenta una serie de sonidos asociados que, aunque haya variables en función de determinadas circunstancias, suelen ser más o menos estables a lo largo del tiempo. Un paisaje sonoro que, lejos de ser ingobernable, puede moldearse estratégicamente a través del uso de técnicas de paisajismo acústico. En algunos espacios este control resulta particularmente importante. Es el caso de las oficinas, donde el ruido y los sonidos tienen un efecto directo sobre el bienestar de las personas que las ocupan y en consecuencia también en su rendimiento. En este sentido, las ventajas de facilitar un paisaje sonoro agradable y armónico son enormes.
Beneficios de un paisaje sonoro saludable
Que un entorno ofrezca un paisaje sonoro agradable depende tanto de la intensidad de los sonidos como de la naturaleza de estos. El cerebro suele saturarse pronto ante sonidos de decibelios muy elevados y ante sonidos chirriantes o poco vinculados con lo natural. Por el contrario, el paisaje sonoro amable genera una reducción del estrés mental, lo que a su vez reduce tanto la irritabilidad como la fatiga. Además, en parte debido a todo lo anterior, también promueve un mayor grado de concentración, fundamental a la hora de realizar tareas complejas que requieran de una alta carga cognitiva como las tareas de análisis o las tareas creativas.
Por otro lado, los escenarios con paisajes sonoros saludables también fomentan la comunicación entre las diferentes personas, algo que en la oficina resulta decisivo para la calidad del trabajo en equipo. En este sentido, cuidar los diferentes aspectos de diseño que influyen en el nivel y categoría del sonido ambiental fomenta la colaboración y produce un incremento de la productividad general de la organización. Por último, no debemos obviar el componente puramente emocional: una oficina con un paisaje sonoro agotador puede disminuir el entusiasmo laboral y colaborar en el abandono de la empresa por parte de los trabajadores.
Estrategias de paisajismo acústico para oficinas
Si bien la ciencia respalda cada una de esas afirmaciones, no es difícil intuir desde el sentido común que una oficina ruidosa es mucho menos atractiva que una oficina con un buen aura sonora. Lo que no resulta tan sencillo es alcanzar ese aura. En Colonial, por ejemplo, y gracias a la intervención de especialistas en el diseño acústico, conseguimos dotar a nuestros activos de dicho paisaje sonoro a través de estrategias avanzadas como el uso de materiales de absorción acústica como los paneles acústicos, las cortinas gruesas o los techos suspendidos. Es una de las principales armas para combatir el exceso de sonidos en las oficinas.
Pero también importa y mucho el diseño arquitectónico de los propios espacios. Comprender las necesidades generales de las empresas y ser estratégicos en la ubicación de las diferentes salas es clave para minimizar la propagación de ruidos no deseados y conseguir estancias con un nivel sonoro pertinente para las funciones que van a desempeñarse en ellas. Asimismo, el uso de tecnologías, como los sistemas de sonido ambiental, pueden contribuir también al reequilibrio acústico. Por último, y ya fuera del diseño, es esencial poner en práctica políticas de comportamiento en las oficinas que deriven en un paisaje sonoro afable para todos.