La influencia de la arquitectura en el bienestar 

Según la Encuesta Nacional de Patrones de Actividad Humana de Estados Unidos, las personas pasamos alrededor del 90% del tiempo entre cuatro paredes. Principalmente las del hogar propio y las del entorno de trabajo. Una realidad que ha motivado el surgimiento y evolución de una nueva corriente arquitectónica conocida como neuro arquitectura y que busca, a través del análisis de la relación entre los edificios y las emociones humanas, inspirar construcciones que influyan positivamente en el bienestar de las personas. En concreto, este estudio ha generado una serie de cambios arquitectónicos en las oficinas que ya están afectando al grado de felicidad de los trabajadores. Veámoslos: 

Integración en el entorno 

La socialización, el sentimiento de formar parte activa de una comunidad, es imprescindible para el bienestar humano. Y la neuro arquitectura  ha sabido ponerlo en valor e impulsar acciones que la fomenten. Como la localización integrada. En concreto, esta consiste en ubicar los edificios de oficinas en entornos que ofrezcan conciliación, accesibilidad y conectividad a los trabajadores. Es decir, que cuenten con servicios, incluidos servicios de transporte óptimos, que les hagan la vida mucho más sencilla, lo que redunda en su satisfacción. 

Iluminación natural 

La iluminación artificial estuvo dominando las oficinas durante muchísimas décadas. No obstante, en los últimos tiempos las investigaciones científicas han terminado de confirmar la relevancia de la luz natural en el estado anímico de las personas. De ahí que las nuevas oficinas se proyecten y construyan pensando en el aprovechamiento de la radiación solar. En este sentido, aquí entran en juego medidas como la búsqueda de la orientación idónea, el uso de grandes ventanales o la utilización de colores claros que potencien la iluminación natural. 

Más verde que nunca 

La segunda mitad del siglo XX se caracterizó por un abandono progresivo de lo rural y de lo natural en pos de la urbanidad. Sin embargo, esta urbanidad no tiene por qué ser ajena a lo verde. Simplemente lo estábamos haciendo mal. Ahora, tras, nuevamente, numerosos estudios que demuestran el impacto positivo de las plantas en la psique humana, estamos virando el camino y priorizando la incorporación de espacios de vegetación tanto dentro de las oficinas como en sus alrededores. El diseño biofílico ha venido para quedarse. 

Ergonomía 

Lo explicamos en nuestro artículo Los cambios más importantes en las oficinas en las últimas décadas: antes los trabajadores tenían que hallar el modo de encajar en el entorno laboral, mientras que ahora el entorno laboral cuenta con la versatilidad suficiente para encajar en lo que el trabajador necesita en cada momento. Es lo que conocemos como diseño interior ergonómico. Hay sillas de diversa geometría y altura, hay sofás en los que trabajar con el portátil en las piernas, hay incluso hamacas en algunos casos... El trabajador está más a gusto. 

Aislamiento acústico 

Los ruidos excesivos incrementan los niveles de estrés, un estado que perjudica notablemente el estado anímico de las personas, así como su desempeño profesional y su gestión de sus vínculos laborales y sociales. Por suerte, la neuro arquitectura ha motivado que las constructoras dediquen más recursos a los mecanismos de aislamiento acústico, lo que desemboca en un ambiente de oficina más sereno, más productivo y más agradable. Lo mismo puede decirse del aislamiento térmico. El confort térmico se ha convertido en toda una prioridad. 

Diseño no monótono 

La imagen de una oficina convencional es una imagen repleta de grises, de mobiliario idéntico y de falta de elementos estéticos hermosos que evoquen sentimientos positivos. La imagen de la oficina feliz, como muchos expertos denominan al tipo de oficina surgida como consecuencia de la neuro arquitectura, es muy distinta: se aprecia el minimalismo sí, pero un minimalismo con diversidad de formas y colores que estimula la vista y, por lo tanto, la plenitud y la creatividad. Son estructuras complejas que ofrecen mucho sin resultar agobiantes. 

Espacios de encuentro 

Probablemente este sea el aspecto más característico de la oficina feliz: la existencia de espacios de encuentro en los que los trabajadores tienen la oportunidad de conversar y de participar en actividades colectivas. La oficina clásica, la del cubículo, era una oficina contraria al cuidado de la felicidad humana. El aislamiento provoca graves afecciones anímicas. Necesitamos compartir nuestros sentimientos y pensamientos. Es la senda de la oficina del mañana. Esa en la que el diseño consigue extraer el mayor provecho del potencial de las sinergias. 

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