La construcción modular con materiales prefabricados: una alternativa de edificación de presente y futuro
Quién habría adivinado unas cuantas décadas atrás, en plena expansión urbanística mundial, que la construcción del futuro se realizaría de la misma manera que un puzzle: con piezas independientes que se van encajando una a una de forma estratégica para conformar los edificios y proporcionarles una mayor adaptabilidad. Pero es una realidad. Aunque sigue siendo una estrategia de edificación secundaria, en los últimos años se tiende a la construcción por módulos debido a beneficios económicos, ecológicos y prácticos innegables que la convierten en una alternativa interesante para las constructoras, los usuarios de los edificios y el mismo planeta.
Beneficios económicos de la construcción modular de edificios
La construcción prefabricada suele comportar menos gastos que la construcción tradicional. Las razones son, principalmente, la fabricación en masa de las piezas modulares y la reducción de desperdicios en el sitio de construcción. Además, que las estructuras ya estén prefabricadas y solo se necesite ensamblarlas correctamente supone un importante ahorro de los plazos de edificación, lo que deriva en una reducción de los costes de mano de obra. Por último, hay que considerar que los materiales modulares, de calidad adecuada, requieren un menor mantenimiento en el tiempo. Y este suele ser además más sencillo.
Beneficios prácticos de la construcción modular de edificios
El mantenimiento de los edificios modulares es más sencillo porque solo es necesario sustituir las piezas prefabricadas afectadas por piezas nuevas en buen estado. Y algo similar ocurre con el proceso de construcción inicial: la tenencia de componentes prefabricados permite montajes rápidos in situ que aceleran el tiempo de construcción total y posibilitan una ocupación más temprana del edificio. Como las piezas se fabrican en espacios cerrados, y no en construcción al aire libre, la operación es menos vulnerable a las condiciones meteorológicas y otros aspectos que frecuentan la construcción tradicional.
Por último, está el beneficio de la adaptabilidad: porque las piezas prefabricadas instaladas pueden sustituirse por otras por otras prestaciones, los edificios modulares pueden adaptarse a las necesidades que surgen con el tiempo con facilidad para los edificios convencionales. Esto, a su vez, expande la vida útil de los edificios en las ciudades. Aunque lo modular no es solo un rasgo externo de los edificios. En Colonial, por ejemplo, potenciamos lo modular dentro de las oficinas para que los espacios puedan adaptarse a los requerimientos de las empresas y ofrecerles así la flexibilidad óptima para competir.
Beneficios ecológicos de la construcción modular de edificios
Llegamos a uno de los puntos más relevantes de la edificación por módulos. Después de todo, nos encontramos en un momento de la historia de plena conciencia del impacto de la construcción en el medioambiente. Los ciudadanos desean edificios sostenibles. Los trabajadores desean edificios sostenibles. Y las empresas desean edificios sostenibles. Por supuesto, la construcción con materiales prefabricados no es la única vía para alcanzar edificios ecológicos, como demuestran muchas de las decisiones de sostenibilidad alternativas de Colonial durante estos últimos años, pero es una lo suficientemente sólida como para promoverla.
En concreto, y entre otros beneficios, la construcción modular conlleva una reducción de los residuos desperdiciados, lo cual trae consigo dos ventajas paralelas: el mayor aprovechamiento de las materias primas y la reducción de los desechos que puedan afectar al medioambiente. La facilidad para desmontar las piezas, además, favorece la reutilización en otros edificios y el reciclaje de los materiales. Por último, la óptima integración de las piezas promueve a menudo un mayor aislamiento y por tanto una mayor eficiencia energética. En definitiva, se trata de una tendencia arquitectónica muy valiosa hoy y mañana. Saludemos al mundo modular.