Cómo evitar que el ruido en la oficina sea un problema de concentración

Cuando se diseña un espacio de trabajo, se deben tener en cuenta diversos factores que facilitan la comodidad y productividad de los empleados: la iluminación, el confort o la amplitud, son algunos de ellos. Pero no debemos pasar por alto un factor elemental, como es la acústica del lugar. La VII edición del estudio ¿Eres todo Oi2? revela que más de un tercio de la población española (35%) considera que el factor que más estrés les causa en el trabajo es el ruido. La mezcla de distintos ruidos que provienen de diversas zonas de la oficina, además del que provocan las herramientas de trabajo, altera notablemente la concentración de los empleados generando un estado de estrés y/o impotencia por la disminución del rendimiento.

Para evitar que la oficina tenga este tipo de problemas acústicos tan habituales, es preciso tener en cuenta los siguientes puntos:

  • En primer lugar, puede realizarse un estudio acústico que determine la mejor forma de separar áreas, combinando la tecnicidad y la estética del lugar. Teniendo en cuenta el nivel de aislamiento necesario en cada zona según el nivel de concentración requerida.

Si no contamos con los recursos suficientes para dicho estudio, o no tenemos tiempo, podemos adoptar otro tipo de soluciones:

  • Distribuir a los empleados: según la tendencia de ruido que les conlleve ejecutar sus tareas. Hay personas que constantemente atienden llamadas telefónicas, tratan temas de discusión en voz alta, o se mueven continuamente porque así lo requiere su puesto de trabajo. En cambio, hay otros que necesitan una mayor concentración porque el trabajo que hacen es individual y no pueden distraerse continuamente con el entorno.
  • Salas de reuniones con paredes aislantes. La calidad de las paredes y las puertas hará que el ruido quede aislado, tanto del interior de la sala como del exterior, en ambas direcciones. Así evitaremos que el ruido interno de la reunión distraiga a las personas de fuera, y que el ruido de fuera moleste a las personas reunidas en la sala.
  • Facilitar los espacios silenciosos. Muchas veces nos encontramos con tareas que requieren de mayor concentración y no podemos permitirnos ninguna distracción. O incluso, somos nosotros los que no queremos distraer a los demás porque debemos hacer varias llamadas telefónicas. Recomendamos entonces, contar con espacios aislados y silenciosos con el fin de que los trabajadores puedan hacer uso de estos individualmente o en grupos muy reducidos.
  • El mobiliario influye. Un dato a tener en cuenta, es que las superficies curvas ayudan a reducir los ruidos, mientras que los muebles altos los incrementan, puesto que los trabajadores tienden a alzar la voz por la falta de visibilidad. El material del cual estén hechos también es determinante, ya que hay materiales que favorecen más el rebote de las ondas del sonido.

 

Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia en la página. Para habilitar o restringir las cookies activas o para obtener más información, haz click en personalizar la configuración.
Aceptar todas las cookies