Los espacios de trabajo y las relaciones con los compañeros, en el punto de mira para la salud laboral

El contexto actual ha forzado que muchas compañías se hayan visto obligadas a implementar el teletrabajo entre sus trabajadores, pero, cada vez más, comienzan a parecer más y más noticias sobre cómo este modelo de trabajo está afectando a algunas personas. Muchos psicólogos y psiquiatras han observado que hay un gran número de personas con ganas de regresar a sus oficinas para poder cambiar de espacios y relacionarse con otras personas, una cuestión clave para nuestro rendimiento y bienestar laboral. Está situación de cansancio es conocida como el síndrome de “Burnout” o síndrome de “estar quemado” y en el post de Colonial de hoy te explicamos en qué consiste y cómo detectarlo.

¿Qué es el síndrome de “Burnout”?

Este síndrome consiste en un estado de agotamiento físico, mental y emocional provocado por el cansancio psíquico o estrés causado por un clima laboral complicado. Es una situación que se va generando de forma progresiva y en muchas ocasiones provoca un estado de desmotivación y una disminución del rendimiento habitual, provocado muchas veces por la falta de comunicación entre personas y el hecho de utilizar los mismos espacios tanto para trabajar, como para descansar. La situación actual de pandemia ha llevado a muchas personas a tener que adaptar su hogar para generar una zona de teletrabajo y ha propiciado en muchos casos la aparición de este síndrome, ya que la desconexión laboral resulta más difícil de lo habitual. 

¿Cuáles son sus síntomas y cómo detectarlo?

El burnout puede presentarse como falta de energía y una sensación de abatimiento. También provoca sentimientos de frustración y fracaso al no conseguir los resultados deseados a pesar del esfuerzo. Un estado de ánimo irritable, negativo e impaciente al que se suma, además, la dificultad para concentrarse, provocando en el individuo una sensación de desbordamiento. A nivel físico pueden aparecer dolores musculares, como por ejemplo la espalda o las cervicales, frecuentes dolores de cabeza y fatiga visual provocada por el cansancio y el uso excesivo de la pantalla.

Es normal que, el exceso de trabajo, la falta de horarios fijos, la soledad provocada por no poder compartir la cotidianidad con los compañeros y el hecho de compartir espacios entre la vida privada y la laboral, provoque esta situación de cansancio y la necesidad de desconectar.

La importancia del espacio de trabajo y la nostalgia del ambiente laboral

Los espacios donde trabajamos son uno de los factores más importantes a tener en cuenta para conseguir una buena salud mental y laboral. Separar la vida laboral y la personal es necesario para desconectar durante las horas libres y los días festivos, además, un buen espacio de trabajo conseguirá que reduzcamos el estrés y aumentemos la productividad. Cómo ya hemos comentado en artículos anteriores, el diseño, la decoración, los colores y la luz son algunos de los factores que permiten crear un ambiente relajado y productivo y, desafortunadamente, no siempre se puede disponer de espacios amplios, cómodos y luminosos en casa, algo que es fundamental para poder trabajar en un ambiente cómodo y estructurado, como el que nos encontramos en las oficinas.

Por otro lado, resulta cada vez más necesaria la relación física con nuestros compañeros de trabajo. Más allá de las videoconferencias y las llamadas, los usuarios comienzan a echar de menos la posibilidad de compartir inquietudes o resolver dudas de forma natural, mediante charlas fortuitas con sus colegas de oficinas. Además, los expertos coinciden en que el compartir espacio físico con compañeros favorece la creatividad y la creación de ideas, ya que puedes conocer sus proyectos y buscar soluciones conjuntas para los problemas diarios.

Ahora más que nunca es muy importante crear oficinas seguras y saludables para todos los usuarios. Desde Colonial hemos desarrollado e implementado un plan de medidas y recomendaciones para nuestra cartera de inmuebles como el incremento de las frecuencias de limpieza, la utilización de guantes y mascarilla por parte del personal del edificio, los dispensadores de gel hidroalcohólico en los vestíbulos y las continuas medidas de ventilación para asegurarse la calidad del aire en los interiores.

Y vosotros, ¿también echáis de menos la oficina?

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