El entorno de trabajo, una fuente de insatisfacción para los españoles
Según la encuesta realizada por Ipsos para la multinacional Steelcase, los españoles y los franceses son los trabajadores más insatisfechos con su entorno laboral. Lo confirman los más de 70.000 encuestados, procedentes de países como Alemania, EEUU o Turquía. El salario percibido y el espacio de trabajo son las dos principales razones por las que un empleado se puede sentir insatisfecho; el estrés, la dificultad para concentrarse, no tener la posibilidad de teletrabajar y la ausencia de privacidad también contribuyen a que los que los españoles se encuentren a la cola de esta encuesta de satisfacción laboral.
Un empleado descontento se transforma rápidamente en un empleado desmotivado, descuidado y poco productivo, que tarde o temprano va a suponer una pérdida económica para la empresa. Está en poder del empresario la capacidad de transformar esta situación; para ello sólo necesita aplicar algunas medidas. En primer lugar, una empresa tiene que transmitir flexibilidad. Los horarios rigurosos tienden a agobiar al empleado, y aunque a priori se establecen para fomentar cierto
tipo de orden, a la larga pueden provocar el efecto contrario. La relación empleador-empleado se debe basar en la confianza, y siempre que el trabajo a desarrollar esté bien realizado dentro del tiempo establecido para tal fin, el responsable de la empresa no debe ser tan rígido con las horas de las llegadas y las salidas. Por otra parte, tener un jefe que aplica la política del miedo, a la larga no beneficiará en ningún sentido la calidad del trabajo desempeñado. Llegará la hora de salir y los trabajadores estarán aún un par de horas más sentados ante el ordenador, pero el trabajo que resulte de esa situación no va a ser el mismo que si esos empleados tuvieran la sensación de libertad ideal en cualquier tipo de situación de estas características.
Otro factor que influye directamente en el bienestar de los empleados es la calidad del espacio de trabajo. Pasar cada día 8 horas en un entorno con luz natural o contar con una distribución adecuada de las diferentes estancias de la oficina incrementará notablemente el rendimiento del empleado. Un buen entorno laboral proporcionará al empleado diferentes tipos de áreas donde llevar a cabo las diferentes acciones del día a día. Así, el empleado no tiene la sensación de estar encerrado en un mismo espacio todo el día y, sin que se dé apenas cuanta, su motivación para el trabajo cambia hacia mejor.
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