Ciudades inteligentes

El concepto de ciudad inteligente o smart city es un término que está ganando notoriedad, debido al profundo proceso de transformación digital en el que estamos envueltos. Las ciudades inteligentes promueven el desarrollo de espacios urbanos amables, la inclusión de todos los ciudadanos en la vida pública por medio de la tecnología, la gestión eficiente de la energía y la reducción de las emisiones de CO2, entre otras muchas acciones. En definitiva, el impulso de las ciudades inteligentes se traduce en el desarrollo de mejores ciudades, así como en la dinamización de la economía y la industria.

Los nuevos espacios urbanos: la supermanzana

En el contexto del desarrollo de espacios urbanos amables, se plantean soluciones como la “supermanzana”. Pero ¿qué es una supermanzana? Este concepto es un nuevo proyecto urbanístico ideado por el ecólogo urbano Salvador Rueda, con el objetivo de disminuir el ruido de las ciudades. El ruido es el causante de alteraciones de orden neurovegetativo, cambios hormonales y estructurales y un aumento de la adrenalina, entre otras muchas dolencias, por tanto, resulta fundamental atacar este problema de raíz para lograr el bienestar de los ciudadanos.

El proyecto de la “supermanzana” plantea la agrupación de viviendas distribuidas en un cuadrado de 113,3 m², cuyos ángulos se recortan con chaflanes, dando lugar a una figura de forma octogonal. La supermanzana se conforma como la figura resultante de la unión de nueve manzanas. En este proyecto urbanístico, el tráfico queda fuera y los vehículos solo pueden acceder a las zonas residenciales para la carga y descarga comercial o el acceso a parkings, preferentemente subterráneos. El objetivo es sustituir las zonas de paso de vehículos por zonas verdes.

No hay ciudades inteligentes, sin edificios inteligentes

Una ciudad inteligente no solo debe estar dotada de grandes proyectos urbanísticos, sino que también tiene que contar con infraestructuras alineadas. Es aquí, donde entra el concepto de “edificio inteligente”. Los edificios inteligentes son construcciones cuyas instalaciones y sistemas permiten una gestión integrada y automatizada, con el objetivo de aumentar la eficiencia energética, la seguridad, la usabilidad y la accesibilidad.

Estas son algunas de las características que debe reunir un edificio inteligente:

  • Consumo eficiente: los edificios inteligentes cuentan con sistemas de ahorro de energía y agua.
  • Sistema de control integrado: el sistema de control debe estar perfectamente integrado con la construcción.
  • Seguridad: los Smart Buildings cuentan con innovadores sistemas de seguridad para controlar el acceso de los usuarios.
  • Flexibilidad: deben ser edificios que permitan la adopción de los continuos avances tecnológicos.
  • Ergonomía: los edificios inteligentes deben ser acogedores, con el objetivo de hacer la vida más fácil a sus ocupantes.

En definitiva, la tecnología y la necesidad de construir un mundo más sostenible están generando nuevas exigencias por parte de la sociedad. La arquitectura está comenzando a buscar soluciones a estos requerimientos y las ciudades inteligentes serán pronto una realidad a todos los niveles.

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