Barcelona brilla un año más con Llum BCN
La luz fue la gran protagonista en Barcelona el pasado fin de semana con la celebración del festival lumínico Llum BCN, que contó en esta ocasión con el copatrocinio de Colonial. Más de 50 instalaciones artísticas se desplegaron por el barrio barcelonés del 22@ demostrando el poder que tiene la luz para transformar espacios y edificios, y también la capacidad que tiene la arquitectura de interactuar con la ciudadanía.
Más de 200.000 personas, según los organizadores, se acercaron durante los tres días que duró el festival, una cifra superior a la del año pasado, en una clara muestra de la buena salud que goza esta cita, marcada en rojo por muchos barceloneses. Fue un público mayoritariamente joven y familiar el que se acercó hasta el Poblenou, y que quedó deslumbrado, literalmente, con la espectacularidad de las instalaciones, que procedían tanto de artistas nacionales como internacionales, así como de escuelas de arte y universidades.
Colonial patrocinó dos instalaciones, ‘Datamonolith’, del estudio ‘Ouchhh’ y ‘Nyx’, del artista holandés Gijs Van Bon. “Son parte importantísima del festival, son dos de las Top Ten”, explicó Oriol Pastor, Comisario del Festival, que destacó de ellas “su accesibilidad al ser abiertas al aire libre y urbanas, conceptos que encajan con el ADN de la empresa”.
‘Datamonolith’ fue sin duda una de las instalaciones que más impactó a los espectadores, proponiendo una experiencia audiovisual espectacular, cuyo creador, Ferdi Alıcı, propone una experiencia innovadora donde “pasado y presente se unen a través de estructuras ancestrales, como es la forma del monolito, con elementos modernos como por ejemplo la inteligencia artificial”.
Por su parte, ‘Nyx’, una pequeña estructura andante en forma de triciclo, proyectó distintas frases para crear conciencia sobre el poder de la luz y la capacidad que tiene de transformar los espacios.
Oriol Pastor también destacó el papel de compañías como Colonial en el devenir del Festival, al considerar “imposible” salir adelante sin ellas y destacó que las instalaciones artísticas son una plataforma ideal para que las empresas puedan comunicar sus valores de una forma más visual.
El festival, que se celebra desde 2012 y que es una de las citas de más éxito de la agenda de invierno de Barcelona, volvió a trasladarse de forma notoria al entorno digital, gracias a los miles de contenidos publicados por los propios asistentes y cuyo único lamento fue el de no poder ver todas las instalaciones propuestas.