Potenciar la biodiversidad: compromiso número 10 del Decálogo de Sostenibilidad de Colonial

La acelerada pérdida de biodiversidad, que acontece en la actualidad a un ritmo muchísimo más elevado que en la media histórica, es una de las principales preocupaciones de los científicos y, cada vez más, de los gobernantes y la sociedad en general. Así se explica el surgimiento de iniciativas como el Acuerdo de Kunming-Montreal de las Naciones Unidas, cuyo objetivo consiste en restaurar y proteger el 30% tanto de la superficie terrestre como de los océanos para el año 2030. No obstante, y una vez más, el compromiso debe ser global, motivo por el cual en el Decálogo de Sostenibilidad de Colonial se incluye la potenciación de la biodiversidad como importante compromiso moral.

 

Medidas adoptadas para la potenciación de la biodiversidad

Nuestro compromiso con la biodiversidad se materializó primeramente, en el año 2017, en el desarrollo de una Política de biodiversidad y en la confección de un Manual de buenas prácticas de biodiversidad, cuyos puntos más determinantes son la creación de nuevos hábitats, la lucha contra la reducción de especies, la reducción del efecto isla de calor que tanto afecta a las plantas y a los animales y la reducción del consumo de agua para riego mediante la selección de especies vegetales locales de muy bajos requerimientos hídricos, entre otros. Objetivos que no solo cumplimos nosotros, sino también nuestros colaboradores: proyectistas, constructoras y mantenedores.

En concreto, estas líneas fundamentales se traducen en medidas concretas como la utilización de especies vegetales autóctonas que tengan interés alimenticio para insectos polinizadores y aves frugívoras, el aumento de las zonas verdes alrededor de nuestros edificios de oficinas, la instalación de cajas nido para la fauna local, instalación de hoteles para insectos, implantación de cubiertas vegetales y muros verdes o el uso de sistemas de jardinería sostenibles y no invasivos. Todo con una doble finalidad: que la presencia humana no disminuya la biodiversidad de la región y que incluso logre estimularla. Cuando una especie desaparece lo hace para siempre. Y debe importarnos.

Por eso en Colonial no solo trabajamos en la puesta en marcha de medidas de conservación, sino que además contamos con estrategias para la monitorización tanto del impacto en la biodiversidad de nuestros edificios como del impacto de las medidas implementadas. El trabajo no termina nunca. Después de todo, la vida requiere una protección constante. Y desde luego merece la pena. No solo porque los animales y las plantas estaban aquí antes que nosotros. También porque la civilización humana requiere de todos estos actores de la cadena trófica para obtener los recursos que necesita. Cada eslabón cuenta. También en el entorno urbano y no solo en el entorno rural.

 

Estado actual en Colonial de la potenciación de la biodiversidad

Como ocurre con el resto de compromisos de nuestro decálogo, la potenciación de la biodiversidad queda reflejada en nuestros informes de manera porcentual. Así, y si en el año 2019 la ejecución total de medidas destinadas a cuidar de la fauna y flora autóctona afectaba al 40% de nuestros activos, en 2020 la cifra ya había ascendido al 60% y en 2021 al 78%. Y continúa subiendo. Porque una de nuestras prioridades es seguir trabajando en el aumento del porcentaje de jardines verticales y cubiertas vegetales y fomentar así nuevos hábitats urbanos para flora y fauna. La ciudad que imaginamos es verde. Muy verde. Y estamos haciéndola realidad paso a paso.

 

Edificios del catálogo de Colonial que ejemplifican este principio

El porcentaje de activos de nuestro catálogo que incluye medidas avanzadas para la protección de la biodiversidad es prácticamente total a las puertas del 2024. Torre Marenostrum, uno de nuestros más icónicos edificios, cuenta con hábitats exclusivos para especies polinizadoras, la mayor cubierta verde entre nuestros inmuebles y la presencia de plantas apetitosas para aves que se alimentan de frutos. En Ciudad de Granada 150 contamos con maceteros de vegetación que sirve como fuente de propágulos para el ecosistema circundante. Y en el complejo de oficinas de Sant Cugat Nord hemos instalado una reserva de mariposas: hasta 41 especies de plantas mediterráneas autóctonas atraen y dan alimento a alrededor de 25 especies diferentes de mariposas. En cada caso, sin excepción, asesorados por los mejores técnicos ecológicos. Los valores son clave. El conocimiento también.

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